Si algo nos atrae de las series es cómo reflejan la realidad. No sólo nos invitan a conocer y comparar realidades, sino que tienden a hacernos parte de la historia puesto que, aquello que representan, es cercano a nosotros.

El lugar del trabajo (lo que en género televisivo se conoce como workplace) es un sitio común y recurrente que las series suelen explotar. Cheers es un ejemplo de una workplace comedy (y una de las más populares). Todo lo que puede suceder en un bar se llevó a cabo por once temporadas. Algo actual y similar fue Sullivan & Sons una comedia dentro de un bar.

Pero el género workplace no solo se limita a comedias (como The Office, 30 Rock, Workaholics), sino que ha generado fantásticos dramas (menciono unos pocos: The Newsroom, Mad Men, Halt And Catch Fire).

El 2018 no ha evadido esa tendencia de utilizar el lugar de trabajo para ejemplificar a los Godínez. Claro, no empezó bien, puesto que la comedia que nos ofrecía un vistazo al mundo lujoso de volar fue un fracaso rotundo. L.A. To Vegas es un workplace cómico que nos invita a conocer a los trabajadores del aire. La idea de únicamente hacernos reír a través de un vuelo con el mismo destino, es interesante, sin embargo, la ejecución es fallida. Sus personajes planos y estereotipados en lugar de provocarnos risa o quitarnos la curiosidad de lo que es vivir volando, generan cierta apatía y desdén hacia un área desconocida como son las aerolíneas.

Pero este año ha levantado sus alas en el género del workplace. La cadena TBS lanzó una de las sorpresas más agradables de este año: Corporate es una serie cómica que demuestra la verdad sobre lo que es ser godín. La triste y cruda realidad de estar en un corporativo como un individuo anónimo e invisible sin un objetivo claro, es perfectamente representada en esta serie de treinta minutos.

Esta comedia oscura tiene todos los momentos que pueden suceder cuando se vive en una empresa: los cumpleaños extraños, las juntas interminables donde nadie habla de nada puesto que nadie sabe por qué es la junta e inclusive los intentos de recursos humanos de ablandar el dolor que es trabajar ahí intentando los viernes casuales. No hay un tema que esta serie no toque que alguien que esté o haya trabajado en una empresa no pueda relacionarse, y quien aún no inicia por este camino, sepa lo que le depara. Pero que quede claro, el camino es uno aparente hacia la perdición que está excelentemente dibujado en esta serie

La mirada al godín norteamericano es una que se asemeja al mexicano. No existen muchas diferencias en estos ambientes laborales. Es como si la idea del trabajador es la de un ser destinado a convertirse en un cliché que debe vestir formal, hablar adecuadamente, regirse a un horario de ocho horas y considerar si su existencia, su motivo, es trabajar en un cubículo hasta convertirse en parte del decorado sin importar el país donde viva. Inclusive, esta serie logra incluir lo que hoy en día se ha convertido en un problema para los Godinez: estar al día en las series. En un episodio el corporativo se vuelca hacia una serie ficticia (dentro de la ficción) donde todos los empleados lo único que hacen es hablar de la serie. Porque la actualidad estamos asediados de series que se convierten en populares y necesitamos ser parte de la conversación, por ende, requerimos estar al día. Y trabajar, en muchas ocasiones, impide lograrlo.

Pero el godín tiene un futuro oscuro de acuerdo a Black Mirror. En su episodio USS Callister, nos presenta un workplace donde el jefe se torna vengativo con sus empleados. Ahí, ese puesto tan codiciado de manejar una empresa nos enseña el grado de maldad al que se puede llegar cuando una de las cabezas de la empresa es un resentido social. Este es un ejemplo de que no todo lo que vemos de un workplace puede ser cómico o dramático, sino que puede llegar a convertirse en algo terrorífico.

 

 

Otra serie de Netflix que nos enseña lo que es trabajar en el FBI es Mindhunter. Sí, no son Godínez como lo conocemos en México. No comen tacos en la esquina cuidando que no se les ensucie su corbata. Pero mantiene el estilo de workplace casi trágico como Death Of A Salesman porque tienen que recorrer varias ciudades de Estados Unidos recopilando información sobre los asesinos en serie.

 

Hablando de manejar rumbo al trabajo, Australia estrenó este año Squinters, una serie que habla de los car-poolers que se dirigen a trabajar. En el camino hacia el inevitable destino que es cumplir un horario de tiempo completo, muchas cosas pueden suceder y esta serie se encarga de mostrarnos esas eventualidades de compañeros de trabajo que comparten los lunes a viernes, pero tal vez no los fines de semana.

 

 

Entonces, la evolución del godín, de Cheers, que es un workplace puro y feliz, a Corporate que ya ahonda en la rutina inescapable de trabajar en un corporativo, ha sido y será plasmada en las series de televisión porque eso, ser godín, es algo que nos interesa conocer o escapar de. Por ahora, Corporate, y otras series similares, hará que el momento en ese cubículo de paredes blancas y sin ventanas sea menos doloroso o al menos no tan solitario.