Según algunos análisis las redes sociales han contribuido al aumento de la lectura en nuestro país. Esto se debe a que muchas personas las utilizan para compartir sus recomendaciones de lectura, lo que están leyendo en este momento o lo que les pareció determinado libro. También es cierto que muchas personas usan cada vez más sus redes sociales para buscar información que les interesa, y de ahí saltan a consumir lecturas, vídeos, información en general. Tal vez esta práctica puede convertirse en un riesgo, pues como vimos en las elecciones de los Estados Unidos en 2016, los algoritmos de Facebook o de Youtube, por ejemplo, pueden dirigir a los usuarios hacia determinados sitios de información dudosa o simplemente mentirosa.

 

Pero, ¿cómo sería postear un libro tal cual en una red social? ¿Se leería más? No solo eso, ¿cómo sería publicar un libro en una red social como Instagram, red visual por antonomasia? Esta es la pregunta que flota en el proyecto literario Los Zentros del poeta y editor mexicano Emmanuel Vizcaya, autor de la trilogía poética NEO/GN/SYS (2014) y del libro de cuentos Aerovitrales (2015), quien ahora se ha dado a la tarea de experimentar con las posibilidades editoriales de las redes sociales. Los Zentros, que se puede leer siguiendo la cuenta E_Vizcaya (https://www.instagram.com/e_vizcaya/?hl=es-la).

 

Los Zentros es un libro de poesía que se va publicando todos los martes, jueves y sábados, y cuya presentación se llevará a cabo mañana jueves 10 de octubre en la Universidad del Claustro de Sor Juana, y que juega en dos niveles de lecturas: el visual y el literario propiamente dicho. Un libro que, por lo tanto, busca explorar y analizar las intersecciones entre estos dos lenguajes, para generar un diálogo entre imagen y palabra.

 

Platicamos justamente sobre estas posibilidades de experimentación con el escritor mexicano.

 

Javier Moro Hernández: ¿Cómo inicio el proceso de publicar Los Zentros?

Emmanuel Vizcaya: Los Zentros es un libro de poesía anterior a la decisión de publicarla en Instagram, esto es una consideración importante, puede cambiar la perspectiva de cómo se aborda. Pero en este caso, después de un proceso de estar buscando posibilidades editoriales y toparme con que la salud económica de muchas editoriales independientes no es la mejor, no está tan firme, y te encuentras con muchos obstáculos, lo cual me hizo pensar en la alternativa de la autopublicación, que en muchos casos es la alternativa inmediata, pero quería abordar el tema de la autopublicación en internet de otra manera, y se me ocurrió que podría ser en las redes sociales, partiendo de la pregunta de en dónde está la gente que lee pero que lo hace en el celular o en la computadora. Porque básicamente muchas de esas personas se encuentran en alguna red social, está consumiendo contenidos a partir de ahí, y entonces la idea de hacerlo en Instagram fue prácticamente por descarte, porque Twitter no es una plataforma idónea para subir un contenido que sugiera cierta permanencia, Facebook tampoco (y además yo no lo uso), y entonces me quedaba solo Instagram. Y ahí me encontré con el otro desafío, porque Instagram es una red social enfocada en la cultura visual, entonces ahí surgió la pregunta de cómo va a ser recibido, cómo va a ser asimilado un libro de poemas en esta red, algo que en realidad no sé, porque hasta ahorita podría decirte que va bien, según yo, según los likes y los comentarios personales, claro, falta la presentación oficial, que será el próximo 10 de octubre a las 7 de la noche en el Claustro de Sor Juana, una serie de lecturas. Quiero hacer todo el mecanismo de presentación convencional, como de cualquier libro, con la diferencia de que está publicado en Instagram.

 

JMH: Los Zentros es un libro que se puede leer en dos niveles, el primero es el de la poesía, como tradicionalmente la entendemos, pero está el nivel visual, para que el libro se publique en IG. ¿Trabajaste los poemas como siempre lo haces, pensando para el papel?

EV:

EV: Sí, el trabajo literario fue anterior a la decisión de publicarlo en Instagram, sin embargo, al empezar a editarlos para esta versión digital, tomé en consideración los aspectos visuales. Los textos tuvieron algunos ajustes para adaptarse al tamaño de los posts y volver cómoda la lectura en fragmentos pequeños. Los Zentros no es un libro que hable de redes sociales ni del internet, la cuestión aquí es que yo vi a Instagram como lo que es en esencia: una plataforma de publicación y una posibilidad abierta de compartir contenido, el reto es literario, jugar, experimentar, ver cómo puede asimilarse un libro de poesía en un espacio que no está forzosamente destinado a los textos. La idea es que sea un libro hecho y derecho, con sus secciones, epígrafes, subtítulos, portada e incluso colofón y página legal.

 

JMH: Es un proceso que tiene un sentido visualmente hablando, en Instagram se puede observar como un mosaico muy bien estructurado, quería preguntarte sobre este proceso visual.

EV: Instagram te presenta filas de tres imágenes, tanto en el celular como en la compu, entonces a partir del recurso de ese mosaico fue mi base, pero esto al mismo tiempo me obligó a hacer el cambio más considerable de todo el proceso, porque en un inicio el libro estaba conformado por 30 poemas, pero para que se ajustará a este mosaico de tres por tres, tuve que recortar un poema de cada una de las secciones en las que está dividido el libro, para que cada una de estas secciones tenga en total nueve poemas. De esta manera cada sección tiene nueve poemas y me da un cuadrado perfecto, y ese fue uno de los cambios más considerables, tuve que recortar tres textos para que se ensamblara perfectamente, el epígrafe queda flotando al centro, y después hay espacios en blanco, porque también me gusta jugar con la idea de que los vacíos son significativos. Las partes que dividen cada una de las secciones tienen pequeños vídeos, que representan cada una de las secciones, son videos en los que los elementos están girando, lo cual es un elemento totalmente visual, para que se vea bien, que tenga una estética.

 

JMH: Es una experiencia poética-visual particular, porque empiezas a leer hacia el final, es una experiencia de lectura distinta, algo que supongo te permite estar posteando los poemas todos los días.

EV: El libro está conformado por poemas no secuenciales, por eso puede llegarse a él desde cualquier parte, así que la dinámica que tuvo mientras fue posteado no afectaba en nada la experiencia de lectura o, en todo caso, propuso una lectura a la inversa que también es muy válida. Su publicación implicó una especie de “performance”, pues establecí los horarios de cada uno de los 27 poemas y tuve que estar muy al pendiente de sincronizar el calendario para que al final los últimos 3 posteos que corresponden al título quedaran durante la presentación del 10 de octubre a las 7pm.

 

JMH: Los poemas no estaban pensados originalmente para ser publicados en esta red social, pero tienen características interesantes, literariamente hablando, son fragmentarios, cada uno puede leerse de manera independiente, pero forman parte de un libro, pero podemos encontrar la reflexión sobre la destrucción de la personalidad, el amor como otro elemento. Quería preguntarte sobre las ideas poéticas que están en este libro.

 

EV: Este libro es la parte que no estuvo explicita en Neogénesis, que es un libro de poesía de ciencia ficción, esta poesía que buscaba una certeza científica de las cosas, por llamarlo de alguna forma, Los Zentros es otra cosa, es la pura incertidumbre, la duda, el temor al vacío, es un libro que habla de miedos, que habla del miedo a la desolación, a cierta desesperanza, yo para nada soy fatalista, ni quise serlo, pero sí es un libro que no es esperanzador, sugiere un modo de vivir casi agónico, como al límite de las experiencias humanas; es un libro que se inclina hacia la catástrofe, pero sobre todo personal. Neogénesis es un libro que buscaba la certeza, la iluminación, y que se basa en la ciencia para llegar a ella, o por lo menos eso fue lo que traté de hacer, y Los Zentros es un libro que se deja caer de espaldas al vacío y que se sabe cayendo, hay una especie de resignación.